Las periciales caligráficas consisten en algo «tan sencillo» como cotejar un Documento Dubitado (ya sea una Firma o un Texto manuscrito) con Documentación Indubitada de la persona cuya autoría se pone en duda. El problema radica en la dificultad que, en ocasiones, nos encontramos para contar con Documentos Indubitados adecuados, que nos permitan alcanzar una conclusión fiable. En esta entrada, vamos a desarrollar las condiciones que debe cumplir la Documentación Indubitada para permitirnos realizar un cotejo con garantías.
Para llevar a cabo un correcto cotejo de letras, se antoja básico e imprescindible contar con Documentación Indubitada idónea de la persona o personas cuya autoría se niega. Para ello, debemos cumplir con los requisitos establecidos en el artículo 350 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, donde se recogen los documentos que tendrán la consideración legal de Indubitados (que será objeto de desarrollo en una próxima entrada a este blog), pero también, deben cumplir con una serie de requisitos técnicos, sin los cuales, la conclusión alcanzada podría no ser todo lo rigurosa que este tipo de informes requieren.
A continuación, vamos a ir explicando brevemente los requisitos técnicos que deben reunir las Firmas y Textos manuscritos que tengan la consideración de indubitados en un Informe Pericial Caligráfico:
– Originales: Al igual que sucede con la Documentación Dubitada, los Indubitados debieran ser originales, ya que el examen de firmas o textos manuscritos fotocopiados presenta dificultades en su estudio, como por ejemplo, la imposibilidad de analizar la presión o, si la fotocopia no es de muy buena calidad, conocer la continuidad en el trazado o los gestos tipo que se dan.
– Numerosos: Parece una cuestión lógica contar con el mayor número posible de firmas o textos indubitados, dado que las personas podemos tener una enorme variabilidad gráfica, acrecentada con el paso de los años. Es por ello imprescindible, contar con el mayor número de Documentos Indubitados con los que llevar a cabo el cotejo planteado, conociendo la evolución gráfica de las persona y las posibles variaciones que muestren a la hora de firmar y/o escribir.
– Extensos: Este punto destaca la importancia de hacer un correcto cuerpo de escritura, que cuente con el mayor número de firmas o escritura posible, cara a ampliar las muestras objeto de pericia, estableciendo sin ningún género de duda, cuales son las características gráficas más relevantes del autor.
– Espontáneos: Los cuerpos de escritura tienen un problema que cualquier profano en la materia puede comprender: la persona que lo lleva a cabo es perfectamente conocedor que se va a emplear en un ulterior cotejo de letras, por lo que puede intentar distorsionar su grafía de muy diversas maneras. Es por ello, muy importante contar con otras firmas o escritura que se hayan realizado sin saber que se iban a emplear posteriormente para un cotejo. Firmas que consten en Autos, que sean aceptadas por todas las partes intervinientes en el procedimiento, realizadas ante un funcionario público….de ahí, que sea importante la iniciativa del propio Perito a la hora de buscar dicha documentación que, desde nuestro punto de vista, es la más relevante para llevar a cabo el cotejo solicitado, dado que constituye una Documentación Indubitada sincera y habitual del autor.
– Coetáneos: Para que el cotejo sea la más preciso posible, consideramos muy relevante contar con Documentación Indubitada cercana en el tiempo a la Dubitada que se pone en duda. Lo normal, es que no exceda en cinco años por delante o por detrás, a la fecha indicada en el Dubitado. Es decir, si la Firma que se pone en duda su autoría es de 2015, por ejemplo, lo aceptable es que la documentación Indubitada incluya documentos que vayan desde el 2010 hasta el 2020. Las personas evolucionamos nuestra grafía, no es lo mismo firmar cuando tenemos 20 años, que cuando somos «cuarentones» o ya rondamos los 70. No solo por los cambios físicos y psíquicos que se puedan producir en nuestro cuerpo, sino porque la escritura también varia de forma personalizada y es importante tenerlo en cuenta a la hora de hacer un análisis pormenorizado de nuestras variables gráficas más idiosincrásicas.
– Condiciones similares: Si la Firma Dubitada se lleva a cabo en un pequeño recuadro, tendríamos que intentar conseguir firmas Indubitadas realizadas en espacios reducidos; si la escritura que se pone en duda se llevó a cabo en una libreta con anillas, es importante conseguir otra Documentación indubitada llevada a cabo en una superficie similar o; si el Dubitado se ha rellenado con un rotulador, tendríamos que buscar la forma de conseguir escritura o firmas del autor con rotulador o similar, y es que las condiciones en las que se firma o escribe varían nuestros grafismos más particulares, y debemos tenerlo muy en cuenta a la hora de llegar a una conclusión en nuestro cotejo.
Estas seis condiciones son los requisitos idóneos para llevar a cabo un cotejo correcto y técnico, aunque no siempre se consiguen todas ellas (ya sea porque la persona está fallecida y no se le puede llevar a cabo un cuerpo de escritura, porque simplemente hay pocas firmas que cumplan con los requisitos del artículo 350 LECv o por cualquier otro motivo similar) y, no por ello, no se puede hacer un cotejo científico y riguroso que llegue a una conclusión cierta, pero si es cierto, que corresponde al Perito la iniciativa de conseguir Documentos Indubitados que cumplan todos estos requisitos, cara a contar con la documentación idónea con la que alcanzar una conclusión definitiva, que no albergue dudas, y que de respuesta a la solicitud planteada por el cliente.
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